Los fines de semana no suelo escribir para tratar de centrarme en otras cosas y desconectar, pero hay un tema que quiero comentar pero no da para un “post de entre semana”.
En varias ocasiones se han puesto en contacto conmigo empresas o personas para que hable de ellos, sus empresas o sus productos, y a cambio me han ofrecido programas, productos, etc. Únicamente he accedido en una ocasión, por supuesto fue sin cobrar, y a mi juicio aportaban varias cosas que me parecían interesantes: eran innovadores, parecían ofrecer una alternativa para jóvenes con iniciativas y, sobre todo, proponían colaboración, bidireccionalidad, reciprocidad.
Sin embargo, antes de ayer recibí un correo sorprendente:
Ella:
- Buenas tardes, Álvaro.
- Te escribo con motivo de la puesta en marcha de una nueva campaña llamada ********.
- Te adjunto la nota de prensa de dicho lanzamiento.
- Muchas gracias y un saludo.
- #dirección de twitter
- Mi contestación fue directa: “DISCULPA ¿NOS CONOCEMOS?”.
Ella:
- Buenos días Álvaro,
- No nos conocemos, te he enviado la campaña que hemos lanzado por si te interesaba incluirla en el blog.
- Gracias por tu interés.
- Un saludo,
- ******
Increíble, no conocía a la persona, no se presenta, no me explica que quiere, da por hecho que estoy interesado…. me parece un atropello, casi un insulto, pero ¿qué se piensa que es mi blog o porqué lo hago? Para que yo participe en algún tipo de estas iniciativas se debe de cumplir unos requisitos mínimos: debe de ser algo que aporte valor en general, debo de creer en ella y, sobre todo, pido un mínimo de educación. En esta ocasión no se cumplían ninguna de estas tres cosas y por supuesto no pienso hablar ni de la marca ni del producto.
Mi blog no hace publicidad, de hecho no incluyo ni “adsense” (algo respetable). Es posible que al hablar de temas que me interesan nombre empresas o productos, pero el objetivo no es hacer publicidad. Si les viene bien a alguna de ellas, estupendo, si no les gusta… lo lamento porque no pretendo hacer daño a nadie.
Si alguien tiene algo de lo que merezca hablar que me lo haga saber, pero si alguien sólo quiere que le haga publicidad… lo tiene crudo. Al final sí que daba para un post de estrategia.
Anónimo dice
vaya tela. Qué manera más estúpida de hacer algo mal para una marca
Álvaro dice
Con la que está cayendo y esta es la gente que está en el departamento de comunicación de las empresas… Lo que dices Pablo, vaya tela.
Raúl Peñaloza dice
Ja ja… la verdad, me da risa. Lo desubicado que tiene que estar tu… "nuevo amigo" para solicitarte algo así. Ya me imagino las burradas que hace sin que nos enteremos. Podríamos hacer un cuento acerca de él. Lo más curioso, es que lo que menos interesa es su "campaña" (perdón, de nuevo, ja ja ja).
Yo me lo tomaria con filosofía y trataría de disfrutar la inocencia de algunos.
Feliz resto de domingo!
Álvaro dice
La verdad es que indigna un poco, pero no en el fondo.
En ocasiones he recibido ofertas para, por ejemplo, comentar programas. Aunque no me han interesado, la gente se ha mostrado siempre muy correcta, te facilitan licencias de uso, libertad para expresarte como quieras, una línea de atención especial para resolver cualquier duda que puedas tener, te escriben a la semana para hacer un seguimiento, muestran empatía con la decisión de no escribir sobre el tema y siempre suele haber un final de futuras colaboraciones… y va ésta y manda ese correo.
Buen final de domingo. Un abrazo.
Raydav Malavé dice
Que mal. Creo que el problema no fué de fondo, sino más bien de forma. Si amablemente se hubiese presentado y te envia la información de su producto, simplemente porque "quiere compartirla contigo", seguramente la historia fuese diferente.
Que pena que se pierdan oportunidades como esta, simplemente por no se lo suficientemente delicado en el trato.
Álvaro dice
La verdad es que fue un innecesario. Con pedirlo bien es suficiente, yo luego juzgo si es interesante o no.
Quedar bien es muy sencillo si se hacen bien las cosas. Lo primero es la educación, una lástima que algunas personas lo olviden.