Una de las cosas que más me han llamado la atención del viaje que he realizado por la Provenza ha sido Marsella y su orientación turística hacia el jabón. Si me llegan a decir que iba a visitar tantas tiendas de jabón antes de ir… no me lo hubiese creído. Todos conocemos, y es famoso, el jabón de Marsella… pero allí lo llevan a otro nivel.
Es curioso porque Marsella es una de las ciudades más sucias que he visitado en esta vida y, sin embargo, estas tiendas florecen por todos sus rincones y, cuando entras, te olvidas de lo de fuera.
Las tiendas de jabones son toda una experiencia de compra, lugares donde descubrir todo tipo de olores, colores y formas. La gente entra y pasea sin prisas, coge pastillas de jabón y se las acerca a la nariz para inspirar profundamente y captar la esencia, comparar olores, admirar colores o comentar cualquier anécdota con acompañantes. Puedes encontrar desde las típicas de lavanda, rosa, jazmín,… hasta limón, naranja, frambuesa, miel, vino rojo, etc., cualquier olor es posible.
Son lugares para deleitarse, es un placer poder pasear y seleccionar los jabones que mejor se ajustan a lo que buscas en ese momento, o incluso entrar aunque no tengas ánimo de comprar, sigue valiendo la pena.
En cualquier oficina de turismo te facilitan información para poder visitar fábricas de jabón. Estas visitas entran en el itinerario normal de cualquier turista (y muchos decidimos incluirlas estando allí).
Creo que es un ejemplo de posicionamiento y algo de lo que debemos tomar nota. En prácticamente todas las ciudades españolas (y sería extrapolable a casi cualquier lugar del mundo) podríamos hacer una experiencia de compra similar, ya que no nos faltan argumentos para ello, una orientación desde los puntos de información turística (estrategias push) para que el turista no tenga que descubrirlo por sí mismo y luego… estar a la altura. Debemos mejorar la interacción del consumidor en la tienda, darle un enfoque más personal y adecuado a lo que estamos vendiendo.
En las fotos se puede ver una de las fábricas de jabón y su típica tienda donde, además de la disposición de los artículos, uno puede encontrarse con las herramientas que de siempre se han usado en su fabricación, dotándole de un aire artesanal que hace que vivas con intensidad el momento.
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