Coca Cola y la Felicidad. Hay anuncios que por diversos motivos llegan más allá de sus objetivos iniciales, transcienden la razón por la que fueron hechos. Podríamos poner muchos ejemplos, pero quiero poner uno de Coca Cola de no hace mucho tiempo ya que en este caso se ha podido medir el retorno perfectamente.
El anuncio en cuestión muestra el encuentro entre Josep Mascaró, un mallorquín de 102 años, con Aitana, una niña que está a punto de nacer. El anuncio muestra el viaje de Josep desde el pueblo de Mallorca a Madrid para encontrarse con Aitana y decirle que ha venido al mundo a ser feliz.
Este anuncio ha sido reproducido más de 900.000 veces en youtube, miles de personas se han unido a grupos que se han creado en facebook (alguno con más de 100.000 personas), se ha hablado de él en foros y blogs, habiendo generado cientos de conversaciones, ha sido retwitteado, ha sido el video del mes y el video favorito para cientos de personas, etc. Incluso ha ido más allá de nuestras fronteras, pudiendo verse en otros muchos países. Espectacular. A todo esto habría que añadir las ventas que haya alcanzado Coca Cola y de la que no tenemos datos.
¿Es coherente este anuncio con lo que quiere transmitir Coca Cola?
Por supuesto. Una empresa que se ha pasado la vida diciendo que son “la chispa de la vida”, “sensación de vivir” o “Coca Cola y una sonrisa”, Coca Cola y la Felicidad van de la mano (al menos es loq ue pretenden). Este tipo de anuncios fortalecen el posicionamiento y el anclaje que la marca tiene en todos los espectadores, sean o no clientes. Es cierto que este anuncio tiene una vertiente emocional y usa los sentimientos (ver el momento en que el anciano y el recién nacido se tocan la mano), pero lo hace sin llegar a jugar con los sentimientos ni ser “empalagoso”.
Coca Cola y la Felicidad vuelven a asociarse. Quizás sea una de las pocas formas de vender agua azucarada y carbonatada oscura, pero lo hacen muy bien.
Un gran anuncio.
Deja una respuesta