El otro día hablaba sobre Arthur Andersen y la importancia de la reputación. Hoy, consultando los diarios he encontrado otra noticia sobre reputación que me ha llamado la atención. No, no me refiero a Caja Sur, no quiero entrar en política. En este caso, es un tema de personas físicas, de Sarah Ferguson. Y sí, también nosotros debemos cuidar nuestra imagen y para ello está el marketing personal. Este no pretende ser un blog de noticias del corazón, pero creo que es un ejemplo explícito e importante.
Resulta que Sarah Ferguson, ex del Príncipe Andrés, cuarto en el orden de sucesión a la corona, y representante de Comercio Internacional de Reino Unido (casi nada), se dedica a vender contactos por unas cantidades realmente abultadas. El networking también puede ser un negocio muy, muy rentable.
Por supuesto, Sarah Ferguson ha salido pidiendo disculpas y diciendo que se siente avergonzada, devastada, etc., es lo de menos. Su figura ha sido destrozada y ya nadie se va a volver a fiar de ella. Ha sido merecidamente etiquetada.
La noticia la ha destapado “News of the Word”, los que también destapasen el escándalo, entre otros, de Max Mosley y recientemente de John Higgins.
En la siguiente página está la noticia y el vídeo completo con la noticia:
Otra fuente:
En este mundo digital todo deja rastro…
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