A Ikea no la vamos a descubrir a estas alturas, es una empresa genial que utiliza una comunicación eficaz que crea vínculos con las personas. La creación de vínculos entre marcas y personas depende en gran medida de la capacidad de empatía para entender el momento por el que pasan estas últimas y por supuesto Ikea sabe hacerlo como pocos.
Es posible que muchos no nos hayamos dado cuenta, que haya pasado desapercibido, pero en los últimos años Ikea ha adaptado su comunicación a los nuevos tiempos.
El primero de ellos corresponde a 2007, todavía no había crisis (o eso decían) y nos encontramos un anuncio que transmite valores más hedonistas a través de acciones de autosatisfacción, de cierta libertad o incluso libertinaje y con un jingle que no da lugar a dudas. Es un momento de disfrutar, de mostrar quienes somos, de identificación personal.
El segundo corresponde a 2008, en él también vemos actitudes y un claro jingle que fortalece el bienestar personal, la autorealización y la autoafirmación personal.
El tercero de ellos corresponde a 2010, estamos en plena crisis y la cosa no pinta nada bien. La gente lo está pasando mal y toca corregir acciones que habíamos emprendido. El lema del anuncio no deja lugar a dudas: “donde caben dos, caben tres”, y trata de un chico que vuelve a casa. Es un anuncio más conservador, que realza valores como la familia y donde se integra y se valora a las personas que forman parte de la comunidad. No hay problema si se debe hacer un esfuerzo, si nos esforzamos cabemos todos.
El cuarto también corresponde a 2010, de nuevo tenemos gente compartiendo el uso de espacios y objetos. Se observan valores más tradicionales, el trato de la familia es más tranquilo que el que se puede observar en el primer anuncio y el jingle… “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita” lo deja claro.
El secreto de Ikea no es únicamente un modelo de negocio perfectamente implementado con una logística espectacular, hay también una capacidad de empatía con su target muy importante.
Raúl Peñaloza dice
Qué interesante me resultó ver la orientación de cada uno de los comerciales. No cabe duda que son comercialies muy pensados. Tal vez el él último tiene, además, un pequeño guiño (no sé, igual es mi imaginación): la música, la voz y el claro tono suramericano de quien la canta. ¿Tendrá que ver con la participación de mercados en España, tan dinámica y cambiante?
Comparto contigo: el modelo de negocio IKEA es novedoso y eficiente. Responde a sus propios planteamientos. Además, ir a comer a IKEA es un placer. Curioso, ¿no? Ni siquiera hay que salir de la tienda.
Álvaro dice
Me alegra que te resulte interesante. Para mí fue una especie de "eureka" cuando revisando anuncios me di cuenta del cambio. En http://www.youtube.com/ hay más anuncios donde se observa el cambio, pero tampoco quería saturar.
La verdad es que no lo había pensado, pero desde luego la voz que se escucha parece la de una persona suramericana, una representación del mestizaje que se ha producido en España.
Respecto al restaurante… no he comido nunca allí. En Valencia todavía no hay Ikea y las dos veces que he ido ha sido en plan relámpago, pero sabiéndolo… la próxima vez iré con más tiempo.